martes, 11 de septiembre de 2012

Capítulo 17: Batalla en el Norte parte 3.



Ginyu comprobó el cadáver de la androide. Estaba bien muerta. No se lo podía creer. Sólo con la energía de convertirse en ssj había bastado para derrotar a una de las personas más fuertes de la Tierra. Vio a dos figuras acercándose por el cielo.

                   ¿Cómo...?- dijo Ten Shin Han al ver la escena- esa es A-18, ¿no?

                   Sí, habéis visto la primera víctima del Guerrero Dorado- dijo Ginyu, empezando su coreografía que había preparado para esa ocasión- la Luz en la Oscuridad, el Bailarín Amarillo, la Muerte Brillante, el Fuego de Oro, la Destrucción Resplandeciente. Con su nuevo look... El Emperador Ginyu!!!- Terminó. Ginyu decidió que era hora de ascender un poquito de rango.

                   No puede ser, se ha podido convertir-dijo Uub. No podía creerse que Ginyu hubiera podido transformarse dentro del cuerpo de Veil. Era hora de demostrar sus 10 años de entrenamiento.

Dentro de su cuerpo, la consciencia de Veil también estaba sorprendida. No se imaginaba que Ginyu pudiera transformarse. Eso mejoraba las cosas. Así podía ver su verdadero poder. Esperaba que Ginyu empezara a luchar contra luchadores más poderosos. Un calvo medio-retirado, seis don-nadies que no podían ni lanzar Ki y una androide oxidada. Ahora podría ver el poder real de Uub.

                   ¡Ten Shin!-gritó Uub. Cogió la bola de dragón que acaban de encontrar y se la lanzó.- Cógela y vete al Palacio de Kamisama, yo me encargo de él.

                   Pero...-dijo Ten

                   ¡No hay peros!-gritó Uub, enfadado. Empezó el Kaio-Ken

Ten Shin Han hizo caso a Uub y se fue volando. Miró a los dos guerreros por última vez. Toda la zona estaba rodeada por dos auras, una dorada y otra roja.

                    ¿Crees que me podrás vencer?- dijo Ginyu- ¿No sabes sentir el Ki o que?

--        Kaio-Ken por 100!-Gritó Uub. Goku le había hecho prometer que jamás pasaría del Kaio Ken x40, porque si se superaba ese nivel el cuerpo no podría soportarlo. Pero Uub sabía que no tenía elección.

                    Interesante...

El combate se inició. Uub era mucho más rápido y fuerte que Ginyu, pero este estaba aguantando sus ataques. Uub le dio un  puñetazo a Ginyu, que salió disparado. Uub se miró su mano. Empezaba a tener espasmos y la piel se le estaba desprendiendo. Era normal. Su cuerpo de humano no podía resistir tanto tiempo esa técnica. Cada minuto que pasaba era un clavo más en su ataúd. Decidió ir a por todas. Aprovechó que Ginyu se estaba recuperando de su golpe para acumular energía en sus dedos.

Ginyu estaba nervioso. Ese chico le había pegado. Era más rápido que él, que poseía el cuerpo más poderoso de todos. Entonces se fijó en las manos del chico. Estaban llenas de sangre y piel muerta. Comprendió lo que sucedía. A ese chico no le quedaba mucho tiempo de vida. Sólo tenía que aguantar.

Uub estaba listo. Lanzó su SuperMakankôsappô, técnica que había aprendido y perfeccionado con la ayuda de Piccolo. Ahora el rayó era mucho más manejable y poderoso. Y lo mejor. Si el rayo alcanzaba a su oponente, el rayó se pararía y seguiría girando, destruyendo al contrincante completamente. Ginyu concentró energía en sus manos. Ese ataque era peligroso. Si le daba en algún punto de su cuerpo, ya podía despedirse de su venganza. Levantó sus manos.  El rayó impactó en sus manos y empezó a destruir la protección. Ginyu sabía que debía aguantar. Pero el ataqué empezó a desgarrar su protección. Uub se miró su mano. Lanzar ese ataque había empeorado la situación. Sabía que si no comía una senzu rápidamente perdería el brazo. Pero desgraciadamente Mr. Buu se las había comido todas hacía tres meses, pensándose que eran golosinas. Karin les dijo que, sin ninguna senzu para plantar, era imposible tener más. En ese momento, al estar en momentos de paz, eso no representaba ningún problema, pero ahora Uub no podía estar tan enfadado con su contraparte. Concentró más energía.

Ginyu empezaba a notar dolor en sus manos. Entre eso y los cortes que A-18 le había hecho, sus nuevas manos quedarían marcadas de por vida. Decidió terminar rápidamente con eso. Empezó a lanzar Ki. El ataque de Uub empezó a retroceder. Uub decidió aumentar su KaioKen. Llegó al nivel 150. Sus brazos empezaron a desprenderse. El  SuperMakankôsappô desapareció, y el ataque de Ginyu por poco decapita a Uub. Uub respiró. Su brazo derecho se cayó. Su mano izquierda no le respondía. Uub sólo podía hacer una cosa. Abrió la boca y lanzo un Kamehameha KaioKen x150. Necesitaba más energía. Nunca supo de dónde, pero de repente recibió una oleada de energía extra. Lo último que Uub vio antes de caer en el río fue una gran luz que se dirigía hacía Ginyu.


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