sábado, 8 de septiembre de 2012

Capítulo 3: El fin de los saiyanos puros



En el mundo Kaioshin, Kibitoshin les explico la situación a Goku y Vegeta. Un experimento fallido  en el planeta Varga había originado uno de los agujeros negros más potentes de la historia. Si no se detenía, toda la Galaxia Norte desaparecería.
                    ¿Y como piensas detener un agujero negro?- Preguntó Vegeta
                    Necesitamos que el agujero negro se colapse de energía para que pare de absorber- dijo Kibitoshin.
                    Ah, entonces solo hace falta que le enseñe mi Final Flash a ese agujero- Dijo Vegeta, con aires de grandeza.
                    Dudo que sirva. Ni siquiera la Genkidama que hicisteis contra Kid Buu podría colapsar el agujero.
                    Y entonces, ¿por que nos has llamado?- Preguntó Goku
                    Porque necesitamos a Vegetto, es nuestra última esperanza.- Dijo el dios preocupado- pero ya no os podéis volver a fusionar...
                    La Pottala no es la única forma de fusionarse- Dijo Goku
                    Kakarotto, no pretenderás...-Dijo Vegeta esperándose lo peor.
Cinco minutos después, Goku y Vegeta estaban en el explaneta Freezer nº55. Kibitoshin estaba preocupado.
                    Sólo quedan diez minutos para que este planeta sea absorbido- Dijo Kibitoshin- ¿Estáis seguros que funcionará?
                    Sí, podremos mantener el nivel 3 durante el tiempo suficiente como para parar al agujero- Dijo Vegeta
Entonces empezó la fusión. Afortunadamente, no salió mal y Gogeta estaba listo para la acción. El guerrero definitivo concentró la energía para el ataque final.
                    ¡¡Garlick Dragon!!
Los afortunados testigos de tal explosión de poder aseguraron que vieron un dragón dorado y morado alzarse hacia el agujero. Algunos dijeron que encima había un hombre con el pelo dorado largo, que levantó el puño y se hundió en la oscuridad. Por toda la galaxia se sintió una explosión de poder,incluso se sintió en las Galaxias del Sur, Este y Oeste.
Está fue la última vez que alguien vio a Goku y a Vegeta. Ni siquiera las bolas de dragón les pudieron hacer volver, igual que a las otras victimas del agujero. Según el Gran Namekiano, las almas y los cuerpos de los que fueron absorbidos fueron esparcidas por todo el universo en millones de pedazos con la explosión, por lo tanto técnicamente no habían muerto. Goku y Vegeta habían salvado a  la galaxia, pero habían pagado la salvación de miles de vidas con su existencia.

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